A menudo, las madres se preguntan cuales son los horarios correctos para ofrecer las tomas de lactancia materna, sin saber que la lactancia materna se da a demanda.
Probablemente, una de las razones por las que se lo plantean es porque seguimos escuchando, por desgracia, la obsoleta recomendación que nos pautaba dar de mamar diez minutos de cada pecho cada tres horas.
Si pensamos en la lactancia de manera biológica, a través de nuestra condición de mamíferas, no tiene sentido pensar en una lactancia con horarios. ¿Qué fue antes, el reloj, o la lactancia materna?
Pero es que además, que la lactancia deba ser a demanda tiene una explicación, y es que, si establecemos horarios estrictos, estamos abocadas al fin de nuestra lactancia.
El origen de la lactancia con horarios
El origen de establecer horarios para alimentar a los bebés viene a partir de la introducción de la leche artificial. Se fue perdiendo poco a poco la cultura de la lactancia hasta el punto de generalizar las recomendaciones para ambos métodos de alimentación.
Hoy en día, se ha demostrado que tanto si damos pecho como biberón, la lactancia debe ser a libre demanda.
¿Por qué la lactancia se da a demanda?
La lactancia a demanda consiste en que sea el bebé el que marque cuando y cuanto se alimenta. El número de tomas que hace y el tiempo que tarda en hacer cada una de ellas lo marca él.
La lactancia humana está diseñada, como la de algunas de las especies que también son mamíferas, para que el contacto y el alimento sea frecuente.
Es un comportamiento normal en el bebé que pida teta seguidamente. En los primeros meses, es habitual que mamen durante 20, 40 o 60 minutos, y que vuelvan a pedir pasada una hora o incluso menos.
Es posible que te hayan dicho que el bebé «te usa de chupete», pero la realidad es que el bebé está haciendo simplemente lo que se espera de él: Mamar. A lo largo de la toma, y del día, el bebé realiza diferentes succiones, de mayor o menor intensidad, con variaciones en el ritmo…y toda esta coreografía es necesaria y normal en la lactancia.
La idea de que el bebé se queda con hambre es un pensamiento recurrente, sobretodo si no conocemos el funcionamiento de la lactancia, pero si la toma no te produce dolor y el bebé aumenta de peso adecuadamente, no hay razón para preocuparse.
Por el contrario, seguir la recomendación de establecer un tiempo mínimo de espera entre toma y toma, va a desencadenar en un bebé al que no le da tiempo a saciarse correctamente. Además, la producción de leche de la madre se va ajustando a la demanda del bebé: Producimos la leche que el bebé demanda y necesita. Si restringimos el número y tiempo de tomas, la producción de leche irá disminuyendo.
Para que la lactancia a demanda sea efectiva, el bebé tiene que pedir el pecho y hacer de 8 a 12 tomas cada 24 horas. Si el bebé es prematuro, está enfermo, no ha recuperado el peso del nacimiento o no gana peso suficiente, entonces debes dar lactancia a oferta, es decir, asegurarte de que haga el mínimo de tomas para su correcta alimentación.
¿Hasta cuándo hay que dar el pecho a demanda?
La lactancia a demanda funciona desde el inicio hasta el fin de la lactancia. (Excluyendo las ocasiones en las que hay que marcar la alimentación que hemos visto anteriormente).
Hacia los tres meses de edad, el bebé modifica el patrón y se hace un experto, así que puede que baje el tiempo que tarda en mamar y te preocupes porque ya no esté mamando lo que antes.
Simplemente se trata de la evolución normal y debemos mantener la pauta de que sea el bebé el que regule cuando y cuanto mama, tenga la edad que tenga.