Las temidas grietas en el pezón: Qué hacer y qué no.

1noviembre, 2018
by Maca Ruiz

Hay algo a lo que prácticamente todas las madres lactantes le tienen miedo: las grietas en el pezón.

Y es que, las grietas están tan extendidas que todo el mundo las ha sufrido o conoce ha alguien que las ha tenido en alguna ocasión. De hecho, las grietas son una de las principales causas de abandono de la lactancia y es comprensible: duelen muchísimo.

Sin embargo, es importante recalcar que a pesar de que por desgracia son habituales, no son normales. Es decir: La lactancia nunca debe doler.

 

¿Es posible prevenir la aparición de grietas?

Prevenir las grietas es posible, sin embargo, hay mucho mitos que rodean este hecho, haciendo creer a las madres que deben tomar una serie de medidas que no solo no sirven, sino que pueden ser contraproducentes:

 

  • No es necesario preparar el pecho para la lactancia. Está biológicamente preparado para ello, igual que los ojos lo están para ver y no requieren entrenamiento alguno.
  • No es recomendable ni necesario aplicar cremas ni ungüentos.
  • No es recomendable hacer ejercicios de estiramiento del pezón ni masajes especiales.
  • No es recomendable frotar el pecho con guantes de crin ni ningún otro utensilio. A mi parecer, esto es una salvajada que lo único que puede hacer es que te lastimes el pecho y dificultar la lactancia aún más.
  • Todas estas medidas de manipulación del pecho y el pezón se (mal)aconsejan por la falsa creencia de que “haga callo” y se curta para “aguantar la lactancia”, pero no son más que mitos que alimentan la inadecuada connotación a la lactancia de que es dolorosa.

Hay ocasiones en las que las grietas no pueden prevenirse, pero sí que podemos conocer qué es lo que podemos hacer para evitarlas:

 

  • Información. La información es clave en toda la lactancia. Cuanto más bien(informada) estés, más fácil va a ser que evites problemas o que puedas identificarlos y solucionarlos cuanto antes, sobretodo porque favorecerá que no caigas en falsos mitos.
  • Acudir a un grupo de apoyo ya desde el embarazo. La principal causa de aparición de grietas está relacionada con la postura o el agarre al pecho. Cuando llegamos al parto, muchas de nosotras no hemos visto mamar un bebé, así que ver y aprender de otras madres nos facilita que vayamos a colocarnos y colocar al bebé correctamente. En el bebé es biológico, pero la madre requiere un aprendizaje.
  • El comienzo de la lactancia debe iniciarse en la primera hora tras el parto. En este momento el bebé está preparado para mamar, y la que la primera toma sea eficaz y el agarre correcto va a condicionar para bien el resto de la lactancia. Así pues, hay que evitar en la medida de lo posible la separación madre-bebé.
  • Una duda muy común es cómo hacer para colocar al bebé al pecho en la primera toma. Lo ideal es que el bebé sea quien lo haga solo mediante el afianzamiento espontáneo al pecho. Es una práctica que consiste en dejar al bebé sobre el vientre de la madre, piel con piel, y que sea él quien poco a poco repte y cabecee en busca del pecho. Puede parecer extraño debido a la condición de debilidad que le presuponemos a los bebés, pero son perfectamente capaces y biológicamente aptos para ello. Este agarre es óptimo, lo que hará que no se produzcan grietas derivadas de un mal enganche.
  • Es muy importante saber, recordamos, que la lactancia no duele y no tienes que aguantar el dolor para endurecer el pezón o hacer callo. Así que al más mínimo signo de dolor, suelta al bebé e intenta recolocar o realizar de nuevo el agarre espontáneo.
  • Evitar interferencias como tetinas o chupetes hasta que la lactancia esté establecida, pues puede provocar confusión tetina-pezón.

 

Qué hacer cuando aparecen las grietas

Como hemos visto, la principal causa de aparición de grietas se debe a una postura o agarre incorrectos, pero también puede deberse a problemas anatómicos en el bebé como frenillo corto o retrognatia, infecciones o un exceso de higiene o aplicación de cremas. Es posible que no sea el bebé sino el sacaleches quien ocasione la grieta, en ese caso, hay que comprobar que la talla del embudo es la correcta.

La solución definitiva para curar las grietas del pezón es encontrar la causa de su aparición, así que si no conoces o no sabes cómo solucionar el problema causante, acude cuanto antes a un grupo de apoyo o asesora de lactancia o IBCLC.

Si la causa de la grieta es una posición inadecuada, por mucho que hagamos, si no mejoramos la posición la grieta no va a desaparecer, es más, irá a peor. Es importante mantener la frecuencia de las tomas, empezando por el pecho que está sano o el que menos duela. Cuando no hay mejoría, la solución es complicada y la madre no lo soporta, se puede valorar con la asesora de lactancia el uso de pezoneras o lactancia en diferido.

Como recomendaciones generales mientras identificamos y solucionamos la causa de la grieta, debemos mantener el pecho al aire el máximo tiempo posible, mantener la higiene lavando con jabón neutro y secando el pecho con un papel a toquecitos, evitar los discos de lactancia, y también se puede aplicar una gotita de AOVE (aceite de oliva virgen extra) por su propiedades antiiflamatorias.

Cuando la grieta está en un estado muy avanzado se puede valorar la aplicación de cloherxidina o parches tipo Nursicare que ayudan en la cicatrización.

 

Que NO debemos hacer si tenemos grietas en el pezón.

 

  • Probablemente te han recomendado cremas a base de lanolina (el famoso Purelán) para prevenir y curar las grietas, pero no sirve ni para lo uno ni para lo otro. De hecho, es contraproducente porque macera la herida e incluso dificulta el agarre al bebé.
  • Las pezoneras de cera de abeja o la misma miel tampoco son recomendables, ya que el lactante no puede tener contacto debido a las esporas de botulismo que permanecen aunque nos lavemos, al igual que tampoco son recomendables las pezoneras de plata.
  • La aplicación de la propia leche materna es una práctica muy extendida pero que ya no se recomienda: La leche materna no es estéril y puede producirse una sobreinfección.

Si tienes grietas, lo más recomendable es que acudas a tu grupo de apoyo, asesora de lactancia, IBCLC y matrona para que pautéis la solución más adecuada a tu caso personal.

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