En ocasiones las madres, ya sea por elección personal o por distintas circunstancias, optan por alimentar a su bebé con lactancia mixta, es decir, alternando la leche materna con leche artificial.
Uno de los problemas que surgen es la dificultad para mantener la lactancia mixta sin que la leche artificial vaya tomando terreno hasta el punto de abandonar por completo la lactancia materna.
Ofrece el pecho siempre en primer lugar.
Siempre es recomendable comenzar por el pecho y ofrecer después la leche artificial. De esta forma aseguramos que el bebé tome el mayor volumen de leche materna posible, y ofrecemos la leche artificial en caso de ser necesaria.
Elige un método de suplementación adecuado.
Lo ideal es dar el suplemento como si fuera el pecho. Hay que tener en cuenta desde el método de suplementación hasta la forma de administrarlo, el contacto con el bebé es muy importante, así como administrarlo con la intención de permitir al bebé quien sea el que controle la cantidad de leche que va tomando, para permitir la autorregulación y no ofrecer la leche de golpe.
Normalmente, la leche en biberón se ofrece de muy rápido y el pecho no funciona así, pues es el bebé el que tiene que extraer, así que es importante este punto para que el bebé no se frustre en la teta.
Además, la succión del pecho comparada con cualquier otra tetina no es similar, así que es fácil que genere una confusión en el bebé a la hora de mamar.
Utensilios para suplementar
Lo ideal es utilizar utensilios que no sean un biberón. Podemos elegir diferentes opciones, incluso combinarlas. Desde ofrecer la leche con una jeringuilla, una cucharilla, un vaso o directamente con un relactador, incluso podemos combinar estos métodos.
Si finalmente se elige el biberón para algunas o todas las tomas que no sean de pecho, se recomienda usar una tetina de flujo lento o medio, y que sea blanda y redonda, además, se aconseja utilizar la técnica que mencionábamos anteriormente para que la leche no caiga bruscamente: El método Kassing.
El método Kassing
El método Kassing consiste en ofrecer el biberón de forma que sea el bebé el que regule la cantidad de leche que va tomando.
Este método se recomienda en casos de lactancia mixta o en los que el biberón es un recurso temporal, pero debería ser la forma en la que se ofrecen todos los biberones porque el adulto tiende a sobrealimentar al bebé, ofreciendo el biberón a una velocidad que no permite al bebé identificar los signos de saciedad e incluso intentando que acabe todo o que tome un poco más de leche.
Para alimentar en base al método Kassing, es necesario que inicialmente activemos el reflejo de búsqueda en el bebé y no introducir el biberón de golpe, pasando por su nariz, labios y mejillas la tetina.
Es importante la posición: La del bebé debe ser lo más vertical posible para que el flujo de leche no caiga por inercia, y la del biberón debe prácticamente horizontal para que, como comentábamos, sea el pequeño quien succione para extraer.
Debemos tener en cuenta el introducir la tetina lo máximo que podamos para que el bebé tenga la boca muy abierta, y así se asemeje con la succión al pecho.